Un día la ardilla, la mofeta, el mono y el topo estaban aburridos.
A la ardilla se le ocurrió un juego y a la mofeta también, no se ponían de acuerdo y se pelearon entre ellas. Después también se pelearon con el topo porque el juego que había dicho lo había pensado el topo primero.
Entonces le dijo el mono con un grito ¡¡¡silencio!!! La ardilla, la mofeta y el topo se callaron.
Nadie la levantó.
- a quien le guste la idea de la mofeta que levante la mano.
Y al que le guste la idea del topo que levante la mano
- ninguno la levantó.
Al final, dijo el mono – pues visto así, yo pensaré en un juego para poder jugar,
… ¡ya sé! ¡Al escondite!
Ah, pero antes de comenzar a jugar tienen que hacer las paces – se abrazaron para hacer las paces y todos comenzaron a jugar.
Ibraim, Enero 2009
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